El Boeing Black, como se dio a conocer el equipo, funciona con Android y está diseñado para que frente a cualquier intento de modificar el teléfono o de abrirlo, automáticamente destruya todo el contenido almacenado. El celular está ensamblado con resina epoxi de alta resistencia que recubre todas las partes del equipo, lo que, según la compañía, ha demostrado imposible de abrir.
En una línea similar a la de Boeing, y pensando en cuestiones de seguridad a nivel estatal, IBM fue convocado por el gobierno de los EE.UU. para desarrollar un chip que se pueda destruir de forma remota. La idea es que, antes el robo de algún equipo con información comprometedora, los datos se puedan resguardar destruyendo el celular o la PC de forma remota.
Pero la seguridad de los teléfonos inteligentes no es sólo una cuestión de Estado. Ya hay varios fabricantes que están desarrollando equipos con un mayor enfoque puesto en la seguridad de los datos personales de los usuarios. Este tipo de desarrollos parten de cuestiones simples, como desbloquear la pantalla del equipo con un sensor biométrico, que ya tienen el iPhone 5S y el nuevo Galaxy S5, hasta soluciones integrales, como las que ofrece el flamante Blackphone, que se dio a conocer días atrás y se presenta como el primer teléfono pensado para proteger íntegramente la privacidad.
Si bien todos estos equipos recién están saliendo este año al mercado, y posiblemente muchos de ellos estén al alcance de los usuarios hasta dentro de un tiempo, acá hay toda una batería de aplicaciones que te permiten resguardar, remotamente, tu información personal de robos y pérdidas