Según la compañía, el 52 por ciento de los usuarios argentinos son mujeres, y el 28 por ciento del total local tiene entre 18 y 24 años; el segmento etario que le sigue en popularidad es el de 25 a 34 años, con un 26 por ciento.
Estos 23 millones de usuarios dejan, por mes, 1100 millones de comentarios en el sitio, al tiempo que envían 615 millones de mensajes, cargan 360 millones de fotos y actualizan su perfil unas 168 millones de veces.
Según ejecutivos locales de la compañía, las herramientas que prometen develar quién vio el perfil de un usuario son falsas: es un servicio que no está disponible (y menos para una aplicación de terceros).
Llegar a las oficinas puede ser un caos como siempre lo es el centro porteño. La entrada, a través de molinetes, nos lleva a los ascensores que se detienen en el piso 7 de Tucumán 1 para dejarnos en la puerta de Facebook, como si al cruzarla fuéramos a viajar a Silicon Valley. La realidad es que nada difiere de las oficinas comerciales de cualquier empresa ( las de Facebook están allí desde fin de año ).
Si uno esperaba encontrar un nuevo Google (ubicado a sólo unas cuadras), la única similitud son los nombres "cool" de las salas de reunión.
Las oficinas cuentan con un muy buen sistema de registro de invitados y proveedores (vía tableta) aunque te obligan a firmar una especie de "términos y condiciones" que, al igual que los de Facebook.com, nadie nunca leerá.
Sin embargo, se aprecia que es un espacio nuevo, donde todavía tienen que terminar de desembarcar. Las pinturas y carteles en las paredes, y algunas pocas plantas, le dan un poco de vida y color a este nuevo espacio que funciona exclusivamente como oficina comercial.
Al retirarse, se puede llegar a escuchar a una persona tratando de explicar a un usuario que no puede llegar a las oficinas para hacer una denuncia del sitio. "Eso hay que hacerlo desde la página, esto es una oficina comercial". Al terminar el debate, remarca que no es la primera vez que una persona va a reclamar por problemas con la página. Confusiones lógicas.
Por motivos de confidencialidad, no se permiten fotografiar los monitores de los empleados, y estos no pueden conversar de temas laborales mientras haya una persona ajena a la empresa rondando la zona.
Fuente y Fotos: La Nación