En el día a día en el trabajo existen numerosos enemigos de la productividad (interrupciones no programadas, reuniones innecesarias, cientos de mails en la bandeja de entrada, problemas no previstos, etc). Esta riada de demanda de actividad inmediata hace perder la perspectiva de lo realmente importante. Todo ello provoca altos niveles de estrés por la sensación de no estar haciendo lo que se debe, lo que todavía mina aún más la capacidad de pensar con claridad y ser productivos.
La productividad está íntimamente relacionada con la capacidad del ser humano para centrar su atención en aquello que está haciendo en ese momento y no desviarse del camino con distracciones adyacentes. Y conseguir ese estado debe de ser una de los principales retos a abordar por los buenos líderes tanto en su trabajo como en el de sus equipos.
Cómo focalizarse y fijar la atención en lo importante para ser más productivo
No puede existir una correcta atención y una focalización si no se trabajan de manera coordinada una serie de niveles. Si el líder es capaz de definir claramente estos niveles, hará que todo el mundo que trabaja con él esté enfocado y centre la atención en lo que debe:
-Nivel estratégico: el líder tiene que tener bien clara cuál es la visión, el adónde quiere llegar. Solo cuando programa su mente hacia ese fin, es capaz de centrarse en lo realmente importante y obviar lo superfluo para sus fines.
-Nivel operativo: hay que procurar establecer un conjunto de metodologías, procesos y procedimientos que ayuden a que las personas del equipo puedan trabajar centradas en lo relevante sin necesidad de preocuparse de posibles desviaciones.
-Nivel de entorno: es importante para centrar la atención, preparar adecuadamente el entorno de trabajo con el fin de conseguir que todo ayude a focalizarse solo en lo que realmente es necesario e importante.
-Nivel relacional: también es fundamental dejar claras cuáles son las relaciones de valor que el equipo debe cultivar para conseguir sus objetivos. Se trata de decidir con qué personas quiere el líder que su equipo gaste más tiempo relacionándose y trabajando.
Los equipos focalizados que centran bien su atención en lo que importa son más felices, poseen unas relaciones mejores entre ellos y con el entorno, desarrollan su capacidad creativa, están más motivados y gozan de una mejor salud laboral; en definitiva, poseen las características ideales para convertirse en equipos productivos de máximo nivel.
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